martes, 25 de noviembre de 2008

AL ALCALDE SOLICITO ORDEN Y JUSTICIA.






Estimado Sr Alcalde:

De nuevo le escribo, y en esta ocasión como instrumento de esperanza.

Los acontecimientos que se vienen desarrollando en mi lugar de trabajo, donde las prácticas utilizadas, de sobra conocidas por todos, han discurrido por el camino del "salvese quien pueda" ¿ a ver quién me protege y de donde ha salido este? trabajar no sirve más que para buscarse problemas, etc, han dado como resultado una situación que no quiero calificar aunque sea esta una carta muy personal.

Lo único que deseo con esta comunicación, es encontrar en Ud, al Alcalde: " Juez ordinario que administraba justicia en algún pueblo y presidia al mismo tiempo el concejo" o" El que se nombraba cada año en los pueblos para que conociera de los delitos y excesos cometidos en el campo" o aquel que en relación a los hijosdalgo dice" El que se nombraba cada año por el estado de hijosdalgo en los pueblos que los oficios concejiles se dividian en nobles e individuos de estado llano"

En realidad, busco en Ud justicia, porque me siento avergonzada aunque se lo confiese, de haberme faltado el respeto a mi misma y a los pocos colaboradores que me han animado, llorando y escondiendo mis lágrimas detrás de unas gafas de sol, porque por segunda vez, en reuniones públicas, y sin motivo alguno, la nueva jefatura que ha venido a un cargo de libre designación me ha dicho algo así como: "NO TENGAS ESA CARA", la vez anterior, fue el mismo día de su presentación al Servicio.

Me ha vuelto a pillar desprevenida, he mantenido el tipo y ahora estoy intentando mantener la cabeza fría para actuar debidamente, porque lo que si estoy en disposición de demostrar es que no puedo consentir que a mis más de cincuenta años, veintitantos de funcionaria que siempre ha trabajado dignamente y que así me lo han reconocido hasta ahora, me sienta maltratada, acosada, prejuzgada y sufriendo las actuaciones de una persona que sin haberme visto nunca pero que presuntamente ha escuchado a personas con intereses particulares, que justifican su falta de trabajo y de interés gritando a los cuatro vientos que antes no se hacía nada.

Solo pido respeto y consideración, el mismo que yo doy, no deseo padecer más los cambios de decisiones de unos y otros según intereses particulares y los ofrecimientos de puestos futuros que les hacen cambiar de postura, no reconocer la verdad y crear un ambiente laboral despiadado.

No quiero ningún puesto más que el mio, ganado por oposición y concurso de méritos posterior, hago todas las aportaciones que conozco para que un servicio del que Ud es responsable primero y último, no cometa irregularidades por ignorancia o cualquier otra actitud y parece que hasta mi cara les molesta.

Me niego a colaborar en mentiras, disimular por conveniencia y obedecer órdenes dadas con despotismo e irregularidades, por eso sin ánimo de ofender, le ruego esa justicia que Ud puede otorgar y quede en este acto manifiesta mi lealtad, pero también el firme propósito, de no consentir más amenazas y faltas de respeto.

De no recibir noticias suyas, solicitaré lo antes posible una entrevista con el Sr Gerente.

le saluda cordialmente.

Una funcionaria madrileña.