martes, 23 de diciembre de 2008

CARTA DE NAVIDAD A MI ALCALDE.



Estimado Alcalde:

Este año y parece ser que debido a la crisis, no ha tenido a bien ofrecer la tradicional copa de Navidad que las jefaturas municipales , ofrecen por estos dias. Yo me he alegrado mucho, porque no deseaba " hacer bulto" al lado de personas con las que no me apetecen celebraciones de ningun tipo, aunque luego los medios de comunicación han comentado que alguna copichuela para los altos cargos si que ha habido, pero en fin, siempre hay categorías ¿ no?

Personalmente le escribo esta carta para desear que el nuevo año me traiga al Alcalde en el que yo creo, y no ese que algunos allegados y otros enemigos se empeñan en mostrar a los funcionarios y a algunos ciudadanos. Es ese Alcalde que tenia un discurso justo, objetivo, tolerante, sin miedos, ese que podía convencer con su fuerza de juventud.

Yo quiero a ese Alcalde, para que la excesiva confianza en sus íntimos no le traicione, para que siga creyendo que hay muchos trabajadores sufriendo solo para tapar la inoperancia de otros, ese Alcalde que se pondría al lado de los suyos que son más de 25.000 y establecería un medio de trabajo adecuado, que perseguiria los abusos de los que debieran liderar esos recursos humanos, para que no tengan que escribir todos los Sindicatos, al unísono, como esta semana pasada, la falta de prevención de riesgos laborales que los trabajadores estan padeciendo.

Yo deseo Sr Alcalde que indague, que pregunte, que busque por abajo para que sepa la verdad de lo que puede pasar y no se den situaciones como la que en la revista " Psicología on line" se relata y que he copiado a continuación.

Uno de los factores más determinantes para que se den este tipo de conflictos en la organización es que los objetivos y tareas definidos para un puesto determinado no se comunican al trabajador que sufre el acoso; por tanto el Factor comunicación es igualmente relevante. Acciones como privar o mermar los recursos adecuados para el desempeño del trabajo, propios del Mobbing que lejos de conseguir confianza, solidaridad y ayuda entre los implicados consigue la falta de motivación, baja satisfacción, ambigüedad de rol y conflictos interpersonales, hablamos pues de un ambiente laboral estresante, dado que el trabajador no sabe qué es lo que tiene que hacer en cada momento, ni con qué.

Con el consiguiente impacto no sólo en el trabajador o el grupo sino en la imagen externa de la organización, (competitividad y eficacia). A más de políticas salariales de salarios bajos que crean desmotivación. Así pues en este clima no encontraremos el ambiente propicio para elaborar las discrepancias sobre tareas y metas.
Como conclusión diría que el clima para el Mobbing se propicia desde el Déficit organizacional, remuneración escasa, ambiente estresante, falta o déficit de comunicación e información y el establecimiento de un liderazgo autoritario y autocrático, principalmente

Sr Alcalde, yo sé que puede, que tiene recursos y valor suficiente para poner a las personas en el lugar que les corresponde, aunque no consiga con ello ningun favor, porque ya no los necesita, así que em mi carta para el 2009, le deseo felicidad y que "limpie la casa" abra las ventanas y olvide el miedo a que los trabajadores hablen y pidan un buen ambiente laboral, porque sin duda alguna, eso redundará en beneficio de todos.

domingo, 14 de diciembre de 2008

¿PODRÍA EVITAR MI ALCALDE A LOS JEFES TÓXICOS DEL AYUNTAMIENTO?



Sr Alcalde:

Hoy mismo, angustiada por la situación que estoy viviendo laboralmente, he encontrado por esas "casualidades" que no son debidas al azar realmente, unas hojas encontradas en un blog hace unos meses y que le voy a reproducir en esta carta, por si estuviera en su mano contribuir a evitar a los muchos desalmados voluntarios o inconscientes que así se comportan.


Cómo protegerse de un jefe tóxico
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3 Enero, 2008 por Antoni Canyelles
Aquest es un article aparegut al suplement de El País, que reprodueixo aquí per la importància d’aquest fenomen en el meu entorn laboral.

Como los alacranes, los jefes tóxicos sólo se desarrollan si están en un entorno apropiado. Una organización sana se preocupa por si misma de eliminar a tiempo trepas desaprensivos y mediocres inoperantes activos, de tal manera que nunca llegan a alcanzar posiciones relevantes desde las que puedan hacer daño. Por lo tanto, si te encuentras sufriendo alguna modalidad de acoso en el trabajo, lo más probable es que tu empresa no tenga nigún interés por promocionar la excelencia y que en ella sean más importantes el poder, la conformidad y el control que la satisfacción, la autonomía y la productividad.
De todas formas, y por si acaso hay suerte, puedes empezar tanteando de maneraa discreta al departamento de personal/recursos humanos o al comité de empresa para saber si tienen política para atender las quejas de los empleados o si hay alguna persona o sección que se ocupe de la mejora continuada de las condiciones de trabajo. En caso negativo - o si después de recurrir a ellos tu situación parece empeorar- puedes asumir, con bastantes probabilidades de acertar, que estás en serio peligro.
Cualquier cosa que hagas, por muy lógica y razonable o normal que te parezca, empeorará las cosas y será tenida en tu contra. Tu única salvación es aplicar mi procedimiento en siete pasos, que deben ser dados en manera sucesiva, repitiendo la secuencia tantas veces como sea necesario hasta que te sientas feliz y realizado en tu trabajo. Una vez que has dado un paso, el siguiente viene de forma natural. Al revé, si un paso no te sale bien, es que hay que volver al anterior. Empecemos.
Paso 1. Tomar posesión de tu vida en general y de la situación de acoso en concreto. Nadie va ha hacer nada para salvarte, o sea que es mejor que asumas la responsabilidad de tu existencia. No te alteres, ya sé que te están haciendo la vida imposible y que los que están mal y tienen que cambiar son ellos. Pero tu vida es tuya y el que responde de cómo te la montas eres tú. Es importante darse cuenta de que no es lo mismo ser responsable que ser culpable. Tu jefe y los que le sostienen tienen la culpa de lo que te ocurre, pero tú tienes la responsabilidad de salir con bien de todo ello. Esperar ayuda de los acosadores es el primer gran error de un acosado. Suplicar, exigir, amenazar o lo que sea a otros para que dejen de maltratarte, sólo empeora las cosas.
Paso 2. Mantener la calma. Si encima de todo lo que estás sufriendo aceptas que estás solo en ello, lo más probable es que sientas una gran angustia. Eso está bien, eso es normal. Ahora tienes que mantener la calma, lo cual es totalmente imposible si no sabes como. Necesitas un método. Afortunadamente hay varias técnicas, de las cuales la psicoterapia autógena es la que ofrece mejores y más rápidos resultados. No se trata simplemente de aguantarse y hacer como que no pasara nada, sino de activar y entrenar los circuitos mentales que generan calma, única manera de contrarestar el estrés que produce el acoso.
Paso 3. Minimizar el daño. Cuando uno se deja llevar por la pena, el estrés y la rabia, la vida se complica y los disgustos se multiplican. Si has aprendido a mantener la calma, te darás cuenta de que hay en tu vida mucho sufrimientoo innecesario, por ejemplo, todo el que te produces a tí mismo quejándote y rumiando agravios. Para el autoestrés y la manía de buscar culpables. Cierto que estás sufriendo un daño. Por eso has aprendido la técnica para mantener la calma, y tienes que practicarala con freccuencia para poder soportarlo sin demasiado sufrimiento. Pero no te hagas más daño, no te enfades con tu pareja, no te pelees con tus amigos, no te pases la noche despierto maquinando venganzas. Si tienes que sufrir, que sea lo mínimo. Y no bebas ni te drogues.
Paso 4. Entender la situación. Esto es lo que intentabas hacer al principio de todo, pero ahora te darás cuenta de que sólo es posible después de haber dado los pasos anteriores. Hay dinámicas ocultas, fuerzas e intereses que antes se te escapaban y que ahora puedes ir viendo más claramente. Los acosadores siempre son envidiosos, controladores y mediocres. Puede que lo que tú crees que es una virtud o un mérito tuyo, a ellos les moleste. Quizá tu sana autonomía de criterio está entorpeciendo sus oscuras maniobras. Puede que estés atrapado en una tenaza, “emparedado” entre un subalterno que quiere quitarte de encima y un jefe tontaina que se está dejando seducir y manipular. Si según vas comprendiendo cosas te viene ataques de furia, vuelve inmediatamente al paso 2.
Paso 5. decidir la condición.¿ A dónde quieres llegar? ¿Cómo quieres que sean para ti las cosas? ¿Qué esperas de tu trabajo? Una condición es loq ue tiene que ocurrir para que otra cosa ocurra. Una vez que sabes lo que quieres, decide lo que tiene que hacer para llegar allí. Sitúate en el organigrama, construye en tu mente un plan, decide un destino. ¿Qué es lo que quieres, el mal de tu acosador o tu bien? Decidir ser víctima impotente o demonio vengativo lleva a sitios que no te van a gustar nada.
Paso 6. Ser proactivo, no reactivo. Reaccionar es la respuesta lógica y natural ante lo que nos está pasando. Es fácil, todos los animales lo hacen. proaccionar es una acción deliberada y consciente cuyo objetivo es ser la causa de determinado acontecimiento o reacción. Cuando insulto a un cliente que me ofende estoy reaccionando. Cuando le escucho atentamente y le digo que buscaré la manera de ayudarle, estoy proaccionando. Parece forzado, pero, con un poco de práctica, se convierte en algo natural. Está claro que es imposible proaccionar si no se domminan bien los pasos anteriores.
Paso 7. Ser agente de cambio social. Ésta es una de las transformaciones más sorprendentes y maravillosas que tienen lugar en las personas que aplican los siete pasos. No solo sobrevivirás a tu situación de acoso y encontrarás la forma de que echen al tóxico de tu jefe, sino que descubrirás en ti un creciente interés por el desarrollo y la felicidad de los demás. Desearás compartir tu paz y tu éxito y, sobre todo, atenuar, contrarrestar y eliminar la contaminación psíquica de los entornos en los que te mueves.
Buena suerte.
Yo que debería trabajar en un entorno que por conocer el tema, lo evitase, lo estoy padeciendo y no logro alcanzar los pasos que se refieren en el artículo, tal vez por eso, le escribo estas cartas, como única esperanza de aliviar mi situación.
Un saludo de una funcionaria que espera a su Alcalde.

martes, 9 de diciembre de 2008

¿ SERÍA MI ALCALDE, EL MEJOR ALCALDE?




Comprobar ortografía














Sr Alcalde:
Esta vez, y porque en los últimos tiempos, esto de hablar con claridad, hay que hacerlo además con mucha cautela, mi carta no puede contener demasiadas claves, solo puedo mandarle a través de estas letras, algunas preguntas que desde mi opinión, pueden servir para encontrar si es que lo desea, donde están los " agujeros negros".

De antemano, si tengo que expresar que aun siendo Ud político como es natural y de " raza" ya lo era su padre, le considero inteligente y persona que mira hacía la modernidad.Pienso que sabe discernir claramente, entre lo que los ciudadanos le van a requerir seriamente y lo que solo sirve para figurar de puertas a fuera.
Por eso me permito preguntarle, ¿ cree en que los trabajadores deben ejercer su labor sin riesgos?
¿ el desarrollo de la prevención de riesgos laborales, y del ambiente de trabajo, puede ser la única baza para iniciar la mejora de la Administración?
¿ desea aunque no pueda realizarlo de forma inmediata, acabar con las prácticas tradicionales, por llamarle de algún modo, cuando parecía que se hacia, pero todo se guardaba en los cajones?
¿ ha soñado en algún momento, que una Administración útil y moderna debe tener miembros eficaces de verdad y no inútiles con renombre, que creen que le hacen un favor, por no hacer nada?
Voy a imaginar, que a Ud, le importa la prevención de riesgos laborales, que cree en las actuaciones que para ello dicta la legislación, que no le gusta el teatro, que va a traspasar las fronteras de los "cortesanos" de estirpe y va a ser EL MEJOR ALCALDE.
Creame que necesito soñar con esto, porque sino, sería absolutamente deprimente, tanto como luchar contra los elementos y soy demasiado realista para eso.
Así que a mi Alcalde le guardo mi última esperanza de que ponga medios, veracidad, justicia, coherencia y claridad, porque estoy segura que los trabajadores lo apreciarían y yo no creería como Lope de Vega que el mejor Alcalde, El Rey.